JUNIO 2003


El liangong en 18 ejercicios

Todos los días, al amanecer, al lado de los senderos arbolados de Beijing, a orillas del río Huangpu de Shanghai, al pie de la colina Yuexiu de Guangzhou y en los lugares espaciosos de otras ciudades grandes y pequeñas de China donde abunda el aire fresco, miles de ciudadanos practican sus ejercicios de gimnasia terapéutica en alguna de las múltiples modalidades de la gimnasia tradicional china. Una de ellas, el liangong en 18 ejercicios, no sólo resulta fácil de aprender sino que produce rápidos resultados terapéuticos.

El liangong en 18 ejercicios, que tiene muchos movimientos basados en la antigua gimnasia terapéutica china, como la de los “juegos de los cinco animales”, se divide en seis series y 36 partes. Las primeras tres series, que constan de 18 partes, corresponden a los 18 métodos para prevenir y curar la tortícolis, el lumbago y el dolor de espalda, de hombros, de nalgas y de piernas. Dichos métodos se concretan en 18 ejercicios principales, cifra de la que deriva el nombre de esta variedad gimnástica. Las últimas tres series, que constan también de 18 partes, corresponden a ejercicios para tratar la artritis de las cuatro extremidades, latenosinovitis y las alteraciones funcionales de los órganos internos. Quien los practique asiduamente obtendrá eficaces resultados terapéuticos, siempre que tenga en cuenta su correcta ejecución, aumente gradualmente el desgaste físico y combine estos ejercicios con el tratamiento farmacológico, la psicoterapia, la observación de un régimen de vida sano, así como la alternancia apropiada de trabajo y descanso.

Debido a las diferentes circunstancias laborales en que se encuentra cada persona, su cuerpo permanece constantemente en una postura determinada. Por ejemplo, quienes trabajan en oficinas suelen mantener la cabeza inclinada y el pecho semiencorvado. En cosecuencia, con el tiempo se les deforma el tejido cartilaginoso del cuello, deformación que puede causar lesiones en las vétebras cervicales. La práctica asidua del ejercicio para “reforzar los músculos del cuello” mejora la circulación de la sangre a su paso por el cuello y la función de control que ejerce el sistema nervioso, y relaja la viscosidad y la convulsión de los músculos, con lo que la capacidad de éstos aumenta y es posible incluso recuperar plenamente la movilidad del cuello. Veamos otro ejemplo. El metabolismo de quienes no suelen realizar trabajos físicos tiende a reducirse, dando fácilmente lugar a hipertensión y enfermedades coronarias. Con la práctica frecuente del liangong en 18 ejercicios, que obliga a mover las distintas partes del cuerpo, se conseguirá un relajamiento del tejido cartilaginoso y una mejora del proceso de oxidación de los órganos. De esta manera, se mejorará el metabolismo y se recuperará y activará la función de los órganos corporales, obteniendo, por consiguiente, una mejoría del estado de salud. Además, el liangong en 18 ejercicios tiene la función de contribuir al incremento de la nutrición del cuerpo y al aumento de la resistencia a las enfermedades, logrando la finalidad de fortalecer la salud y prevenir las enfermedades.

Las características esenciales de los movimientos del liangong en 18 ejercicios son la suavidad, la lentitud y la continuidad. Por el contrario, los movimientos violentos de los órganos, además de no ser aptos para dominar la técnica a la perfección, pueden acarrear lesiones a las personas débiles o enfermas.

Las presentes lecciones de liangong en 18 ejercicios han sido recopiladas a partir de un folleto del mismo nombre publicado por la Editorial de la Cultura de Shanghai. Traducidas al español por Ma Yunzhen, profesor del Instituto de Lenguas Extranjeras de Tianjin, se publicarán en nuestra revista en siete entregas.

El liangong en 18 ejercicios (I)

Ejercicios para prevenir y curar la tortícolis, y los dolores del músculo deltoides

Esta serie de ejercicios consiste en mover la cabeza y la parte superior del cuerpo con el objeto de obtener una articulación flexible del cuello, los hombros, los codos y los dedos. Sirve para mejorar la circulación de la sangre en el tejido cartilaginoso y regular las funciones de los nervios, aliviar la viscosidad y los espasmos de los músculos y del tejido cartilaginoso, y mejorar la capacidad muscular, contribuyendo a recuperar las actividades orgánicas del cuello, los hombros y los brazos. Además, esta serie de ejercicios también facilita el buen funcionamiento del hígado, normaliza la respiración, mejora la digestión, regula el control cerebral, etc.

1.      Reforzar los músculos del cuello

Preparación

Ponerse de pie con las piernas abiertas, las manos apoyadas en las caderas y los pulgares hacia atrás. La separación de las piernas debe ser algo mayor que la distancia entre hombro y hombro. (Fig. 1)

Movimientos

(1)   Girar el cuello a la izquierda lo máximo posible manteniéndolo erguido. (Fig. 2)

(2)   Posición inicial de preparación.

(3)   Girar el cuello a la derecha lo máximo posible manteniéndolo erguido. (Fig. 3)

(4)   Posición inicial de preparación.

(5)   Levantar la cabeza y mirar hacia arriba. (Fig. 4)

(6)   Posición inicial de preparación.

(7)   Inclinar la cabeza tocando el tórax con el mentón. (Fig. 5)

(8)   Posición inicial de preparación.

Frecuencia

Repetir estos movimientos de 2 a 4 veces.

Puntos esenciales

Al girar el cuello y al levantar e inclinar la cabeza, hay que mantener recto el torso y no sacar el abdomen.

Sensación

Alivio en los músculos del cuello.

Aplicaciones terapéuticas

Torceduras agudas del cuello (por ejemplo, tortícolis causada por una torsión brusca) y dolencias crónicas del tejido cartilaginoso del cuello (por ejemplo, rigidez del cuello).

II. Arquear las manos izquierda y derecha

Preparación

Ponerse de pie con las piernas abiertas con una separación entre ambas algo mayor a la distancia entre hombro y hombro. Los brazos se separan del cuerpo y se flexionan hacia arriba. Las manos permanecen abiertas a ambos lados del rostro y a unos 30 cm de éste, formando con ellas un semicírculo (las palmas deben mirar al frente). Mirar al frente. (Fig. 6)

Movimientos

(1)   Separar las manos hacia sendos lados y al mismo tiempo entrecerrarlas (con el dorso hacia atrás). Girar la cabeza hacia la izquierda dirigiendo la mirada hacia la lejanía a través del puño flojo, sacando el pecho y manteniendo los antebrazos perpendiculares al suelo. (Fig. 7)

(2)   Posición inicial de preparación.

(3)   y (4) Los movimientos son iguales que los de los apartados (1) y (2), pero cambiando la dirección de giro de la cabeza. (Fig. 8)

Frecuencia

Repetir estos movimientos de 2 a 4 veces.

Puntos esenciales

Al separar las manos, no deben alzarse los hombros. Los omóplatos deben acercarse a la columna vertebral. Ambos codos se mantienen necesariamente al mismo nivel.

Sensación

Alivio en los músculos del cuello, los hombros y la espalda, sensación que puede extenderse a la articulación de los hombros y que viene acompañada por un cómodo relajamiento en el pecho.

Aplicaciones terapéuticas

Dolores y rigidez del cuello, los hombros y la espalda, y entumecimiento de las manos y brazos. Indicado también para la sensación de ahogo en el pecho.

(Continuará)

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