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El creador del juego de los cinco animales (wuqinxi) fué el médico Hua Tuo de finales de la dinastía Han del Este (años 125 - 220). Estos ejercicios están inspirados en prácticas chamánicas muy antiguas de caracter ritual y guerrero. Más tarde se relacionaron con los cinco elementos y su correspondencia con los diferentes órganos.
Hua Tuo escribió:
"El cuerpo humano necesita trabajar y moverse, pero no es conveniente sobrepasar sus límites. El movimiento y el trabajo muscular contribuyen a evacuar el exceso de gases, hacen que sea fluída la circulación sanguínea y posibilitan una cierta inmunidad general frente a las enfermedades. Esto es: como el eje de la puerta que no se pudre nunca por hallarse en constante movimiento. Los sabios antepasados nos enseñan que uno puede alcanzar la longevidad si se mueve tal como lo hacen en la naturaleza el oso y el águila"."Cuando sientas alguna molestia física, comienza a practicar la gimnasia de los cinco animales o la de uno de los cinco y no dejes de hacerlo hasta romper a sudar, de modo que la cara te brille y se despierte tu apetito".
Los ejercicios de los Cinco Animales
combinan la mente, la figura y la respiración. En estos ejercicios
es necesaria una integración total y completa de mente, espíritu,
cuerpo, respiración y movimiento. Los movimientos han de ser ágiles,
espontáneos y flexibles. Hay que respirar de modo profundo y rítmico
de acuerdo con los movimientos y actuar con el espíritu del animal
cuyo movimiento se realiza.
El Tigre con sus ojos brillantes, corre a saltos o gira el cuerpo tan rápidamente como el relámpago, mostrando sus poderosas garras; el Ciervo, en tanto, manso y obediente, se mueve con firmeza y agilidad al correr o permanecer quieto, con tanta gracia que uno se ve impulsado a amarlo; el Mono travieso, ora trepa a un árbol para recoger frutas, ora mira para allá o para acá, mostrando una inteligencia casi humana; el Oso, gordo, es un animal que parece torpe pero sereno, y sin embargo sus movimientos hacen que uno se libre de preocupaciones y se expanda su caja torácica; la Grulla que extiende las alas, se dispone a arrancar el vuelo, una vez alcanza el cielo deja de verse, escondida tras las nubes, para aparecer después por entre ellas tal como una figura del algún dios celestial.
Hay diferentes series de ejercicios correspondientes al juego de los Cinco Animales con variantes, tal como ha habido diferentes escuelas y familias en las que se ha desarrollado y transmitido esta práctica a lo largo de los siglos. Aquí se presenta la forma simplificada standar.
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Preparación. Ponte firme, pero no intentes sacar pecho. Relaja todo el cuerpo en esta posición durante unos momentos.
1. Dobla las rodillas lentamente y baja el cuerpo, cargando el peso sobre la pierna derecha. Levanta el talón izquierdo para tocar el tobillo derecho y al mismo tiempo lleva los puños a la cintura, con las palmas hacia arriba y mirando a la izquierda.
2. Dá un paso adelante hacia la izquierda, sigue con el pie derecho hasta que la distancia entre los talones sea de unos 30 cm y mantén el peso sobre la pierna derecha. Al mismo tiempo, lleva los puños mirándose entre sí a la altura de la boca pasándo por el pecho y empuja hacia adelante con las palmas abiertas como garras y los ojos mirando el índice izquierdo.
3. Con el pie izquierdo, dá medio paso adelante y tócate el tobillo izquierdo con el talón derecho, con las rodillas ligeramente dobladas. Al mismo tiempo lleva los puños a la cintura, con las palmas hacia arriba y los ojos mirando hacia la derecha.
Al lanzar las garras proyecta toda tu fuerza como si diéras un zarpazo, espira. Al recoger los puños te relajas e inspiras.
4. Repite el paso 2, pero en dirección opuesta. Repite el ejercicio muchas veces hacia la izquierda y hacia la derecha, de manera calma y compuesta, similar a la del confiado tigre preparándose para la lucha.
El ejercicio realizado de la forma descrita se puede asociar al elemento Madera y actúa sobre los meridianos de Hígado y Vesícula biliar.
Preparación. Ponte firme, pero no intentes sacar pecho. Relaja todo el cuerpo en esta posición durante unos momentos.
1. Dobla la pierna derecha y estira la pierna izquierda hacia adelante con la rodilla ligeramente doblada. Pon el peso en la pierna derecha.
2. Estira hacia delante el brazo.
3. Haz rotar los brazos en dirección opuesta a las agujas del reloj, asegurándote de que el círculo dibujado por la mano izquierda es más grande y que la rotación de los brazos es producida por un movimiento circular de las caderas y la cintura y no por el movimiento de las articulaciones de los hombros. Repite algunas veces el movimiento.
4-6. Repite los pasos 1-3 pero adelanta la pierna y el brazo derechos, coloca la mano izquierda en la posición en que su palma enfrente el codo derecho y haz rotar los brazos en el sentido de las agujas del reloj.
Repite muchas veces el ejercicio hacia la izquierda y hacia la derecha.
El ejercicio realizado de la forma descrita se puede asociar al elemento Fuego y actúa sobre los meridianos de Corazón e Intestino delgado.
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Preparación. Ponte firme, pero no intentes sacar pecho. Relaja todo el cuerpo en esta posición durante unos momentos.
1. Dobla lentamente las
rodillas y dá un paso adelante con el pie izquierdo; al mismo tiempo
levanta la mano izquierda por el pecho a la altura del hombro,
proyéctala hacia
adelante como si estuvieras cogiendo algo y, con la muñeca
doblada, forma una garra con la mano.
3. Dá un paso adelante con el pie derecho y sigue con el pie izquierdo, levantando el talón del suelo; al mismo tiempo, levanta la mano derecha por el pecho a la altura del hombro, proyéctala hacia adelante como si estuvieras cogiendo un objeto y, con la muñeca doblada, forma una garra con la mano. Retira la mano izquierda con el codo doblado.
4. Dá un paso adelante con el pie derecho y al mismo tiempo levanta la mano derecha por el pecho a la altura del hombro, proyéctala hacia adelante como si estuvieras cogiendo un objeto y, con la muñeca doblada, forma una garra con la mano. Retira la mano izquierda con el codo doblado.
Variante:
1. En el primer paso se adelanta la mano contraria al pie que avanza.
El ejercicio realizado de la forma descrita se puede asociar al elemento Tierra y actúa sobre los meridianos de Bazo y Estómago.
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Preparación. Ponte firme, pero no intentes sacar pecho. Relaja todo el cuerpo en esta posición durante unos momentos.
1. Dobla la rodilla derecha y balancea el hombro derecho hacia adelante y abajo, con el brazo colgando; al mismo tiempo echa hacia atrás el hombro izquierdo y levanta ligeramente el brazo izquierdo.
2. Repite el paso 1, pero en dirección opuesta.
Repite el ejercicio muchas
veces.
Variaciones
1 Sitúa las manos como apoyadas encima de una mesa delante de la cintura. Cierra los ojos. Gira a la izquierda lo máximo posible deslizando las manos a lo largo de un plano horizontal imaginario. Desplaza el peso a la pierna derecha arrastrando las manos que permanecen en el mismo plano. Gira a la derecha lo máximo posible. Desplaza el peso a la pierna izquierda.
El ejercicio realizado de la forma descrita se puede asociar al elemento Agua y actúa sobre los meridianos de Rinón y vesícula biliar.
2 Similar al movimiento anterior pero con los ojos abiertos y las palmas de las manos una frente a la otra.
El ejercicio realizado de la forma descrita se puede asociar al elemento Tierra y actúa sobre los meridianos de Bazo y Estómago.
Preparación. Ponte firme, pero no intentes sacar pecho. Relaja todo el cuerpo en esta posición durante unos momentos.
1. Dá un paso adelante con el pie izquierdo, dá medio paso adelante con el pie derecho (dejándo que siga al izquierdo), levantando el talón del suelo; al mismo tiempo, eleva las manos al frente, ábrelas hacia el costado e inspira. Las manos se cruzan por delante al tiempo que todo el peso se encuentra sobre el pie que avanza.
2. Dá medio paso adelante con el pie derecho, baja los brazos, agáchate, abraza las rodillas y espira.
3. Pónte de pie, adelantate con el izquierdo, el talón levantado; al mismo tiempo, eleva las manos al frente, ábrelas hacia los costados e inspira.
4. Repite el paso 2, pero adelanta el pie izquierdo.
El
ejercicio realizado de la forma descrita se puede asociar al elemento Metal
y actúa sobre los meridianos de Pulmón e Intestino Grueso.